viernes, 21 de marzo de 2014

Empezó la primavera y los 36 a la vuelta de la esquina

¡Ay si! empezó la primavera y los 36 llaman a mi puerta, y esta vez haría como que no oigo el timbre y no los dejaría pasar, que se queden ahí, en pause. 
Es gracioso como cuando dices tu edad la gente te cuenta que estaba haciendo con tus mismos años, pues yo...y claro llega lo que no quieres oír "a tu edad tuve mi tercer hijo" y piensas, Oh my God! por mucho que corra ya no la alcanzo. Sí, se te queda esa cara de sonrisa congelada y te vas por los cerros de Úbeda, que se suele decir, para que la conversación no siga por ese camino. 
Quien lo iba a decir, ya estoy en la zona de peligro, "los 36"me imagino esas luces rojas que aparecen en las películas y la palabra danger parpadeando sin cesar. 
También sueño con un enorme reloj persiguiéndome con su insistente tic-tac, ese al que llaman "reloj biológico" y ¿qué es?, ¿cómo definirlo?
El reloj biológico es una especie de cronómetro que indica las distintas tareas que ha de hacer el organismo siguiendo un determinado ritmo, que muchas veces es alterado por la presión social.
Después de los 35 años entramos en lo que lo expertos en la materia denominan "mujeres con edad reproductiva avanzada" y se nos aconseja consultar tras 6 meses de intentos fallidos de obtener gestación.
Esto es un pequeño principio para explicaros como ayudar a mí cigüeña a encontrar su camino de regreso. Ahora sobrevuela "esos primeros seis meses de intentos" hacia la gestación. 
Y así, con la llegada de la primavera y mi inminente 36 cumpleaños os invito a acompañarme en este viaje hacia la maternidad.


¡Bienvenidos a tod@!