sábado, 11 de octubre de 2014

¡Llevadme a Marte!

Estos días me he estado acordando de la misión Mars One, el primer viaje a Marte sin retorno y me han dado ganas de ser una de las aspirantes.
Quizás me ha venido a la mente ante la posibilidad de que La NASA evalúa la opción de hibernar a los astronautas para abaratar el viaje, y me he imaginado ahí…en letargo, sin noticias de nada, en desconexión total…Uf, ¡qué gozada!
Ha sido una de esas semanas de “cabrearme mucho”: por las tarjetas opacas, la espantosa gestión del Ébolala ejecución de Excálibur, la inhabilitación de un juez, Arias Cañete en el Parlamento Europeo y algunos comentarios deshumanizados de esa humanidad que cohabita con nosotros.

Lo peor de todo esto es esa gente que no siente ni frío ni calor, que parece que viva en la inopia. He encontrado un cierto paralelismo de la situación con el juego infantil “el escondite” ¿os acordáis de la frase “por mí primero y por todos mis compañeros”? Pues en la sociedad actual es por mí, por mí y por mí, mis compañeros ya se apañarán.

Últimamente tengo esa percepción, es un “sálvese quien pueda”, me imagino el Titanic hundiéndose y esos malvados ricachones subiéndose a los botes salvavidas.  
Está ocurriendo lo mismo, los ricos se salvan y los pobres mortales nos estamos quedando sin fuerza, sin esperanza…
Sigo "cabreada" y eso me ayuda a no estar “triste”, y me impulsa a seguir hacia delante, a no quedarme callada, a decir lo que pienso y a actuar en consecuencia.
Bueno, al final como siempre me falta un poco más de argumentación, ¿verdad?
Lo sé, he de argumentar más, pero me pierdo bastante en las palabras. Poco a poco mejoraré, he tenido que volver a aprender muchas cosas.


elmundodepatricia.com



Hubo un tiempo de letargo en mi vida (más largo incluso que el que propone la NASA) y desaprendí muchas cosas. Aunque parezca raro muchas veces también desaprendemos, nos marchitamos, nos olvidamos de las cosas importantes, pero lo importante es volver al mundo, nunca es tarde.


2 comentarios:

  1. Eso es así: el cabreo no deja sitio a la tristeza. Yo lo prefiero, la verdad :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenida Bettie, gracias por pasarte por aquí. ¡Besos!

      Eliminar

Tus comentarios le dan vida al blog, así que ya sabes, cuando te apetezca puedes comentar :)