domingo, 25 de mayo de 2014

Ayer no debí reflexionar lo suficiente...

Ayer no debí reflexionar lo suficiente...

Después de unos cuantos años de comicios y unas tantas jornadas de reflexión por fin entiendo el verdadero significado de la expresión "jornada de reflexión". Siempre he pensado que si tú tienes claros tus ideales y tienes tu ideología bien definida ¿por qué reflexionar si ya sabes a quién vas a votar? Y ahora una vez ya cerradas las urnas y con el recuento de los primeros votos he comprendido la necesidad de concentrarse en lo realmente importante y reflexionar. No es cambiar tu voto drásticamente y castigar al partido al que siempre has votado, es pararte a pensar en lo mejor para la ciudadanía en general; es dar más luz a los que se quedan casi a oscuras y diversificar las posibilidades, porque la diversidad enriquece al ser humano.
Ha sido una decisión difícil, nunca imaginé que a mí, que estas cosas las suelo tener, claras, claras, cristalinas, unas "Elecciones Europeas" me llegarán a quitar el sueño de la noche del sábado. Pues sí, he tenido dudas, y me he sentido angustiada, lo admito.
Ayer repasé todas las posibilidades voto en blanco, voto nulo y abstención y le di vueltas y más vueltas y al final está mañana he votado casi sin pensar después de haber estado pensando "mucho, muchísimo". 

Ahora ya está, he seguido con mis principios y convicciones, pero tengo esa duda que me reconcome...
Y si..., ¿por qué no....? 



Bueno, ahora solo queda esperar... y esperando me quedo, a ver qué pasa...a ver si acaban de florecer las últimas amapolas y estalla la primavera con todos sus colores, rojo, verde, amarillo, naranja...y ojalá nos traiga ese aroma tan fresco que emanan las flores y la tierra mojada.

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