Cierro los ojos y puedo verla,
sentirla, es mi abuela. Sus ojos verde-grises tan particulares me miran desde
la puerta de entrada a su piso. Evoco a mi abuela a través de los diferentes
olores y aromas que quedaron impregnados en mi mente, lo hago desde cada rincón
de la casa en la que vivió.
Así era ella , magnifica cocinera , paciente con
sus guisos. Se me escapa un suspiro al pensar en aquel puchero tan delicioso
que preparaba, puedo ver el caldo como plácidamente humea desde la mesa, y
ahora desde la cocina veo como nos sirve de una fuente repleta de garbanzos,
carlotas, patatas, pencas, carne…
Puedo sentir el sabor especial de
aquel caldo (único e inimitable) a través del aroma que desprendía. Se
amontonan diferentes platos en mi cabeza, huelo a huevos fritos y patatas, a cachopo, saboreo su arroz al horno, me sirvo un platito de paella y me pongo un vaso de naranjada.
En pocos pasos he llegado al
patio, un pequeño jardín en medio de tanto ladrillo. Antes he pasado por el
baño y me he embriagado con el agua de colonia, de aroma fresco y suave.
La puedo ver en el patio entre
sus geranios, claveles, dracenas…quitando cuidadosamente las hojas secas, algo
que me he dado cuenta que también hago yo de manera inconsciente. Ella tenía un
don para las plantas, a su lado les esperaban unos años de mimos y delicados
cuidados.
aromas by Abril Stork |
Vuelvo a cerrar los ojos, estoy
oliendo un suavizante (de los que no compro normalmente) y se me eriza la piel.
Inspiro de nuevo ese evocador aroma y me traslado a su florido jardín. La ropa
se bate de lado a lado en un pequeño cordel y puedo ver a mi abuela descolgando
la ropa y hablando conmigo. Seguramente me dirá: “ ̶ No patisques, deixa la roba damunt del
llit i anem a dinar i després el cul a la cadira i els plats ja els netejarem
més tard”(“ ̶ No padezcas, deja la ropa encima de la cama y vamos a comer y después el culo a la silla y los platos
ya los limpiaremos más tarde”). Después de la sesión “cul a la cadira” no
faltaba un buen tazón de café con leche, si se terciaba algún trozo de coca
dulce también caía.
nubes by Abril Stork |
Me invade la tristeza, vuelvo
inspirar de la botella de suavizante; miro mi patio, alguna de sus plantas que
conservo y la ropa tendida. Enjuago las lágrimas entre mis dedos y sonrío. He encontrado el suavizante de mi abuela y
ahora estoy un poco más cerca de ella. Siento tristeza por quizá no habernos
conocido del todo bien, pero me siento feliz porque con el paso de los años he logrado entenderla mejor.
Me despido "iaia", queriéndote y recordándote siempre entre esos aromas que me acarician y me llevan a ti.
Y te doy las gracias por esa madre tan maravillosa que me disteis tú y mi abuelo.
Me despido "iaia", queriéndote y recordándote siempre entre esos aromas que me acarician y me llevan a ti.
Y te doy las gracias por esa madre tan maravillosa que me disteis tú y mi abuelo.
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