miércoles, 27 de agosto de 2014

El suavizante de mi abuela

Cierro los ojos y puedo verla, sentirla, es mi abuela. Sus ojos verde-grises tan particulares me miran desde la puerta de entrada a su piso. Evoco a mi abuela a través de los diferentes olores y aromas que quedaron impregnados en mi mente, lo hago desde cada rincón de la casa en la que vivió.
Así era ella , magnifica cocinera , paciente con sus guisos. Se me escapa un suspiro al pensar en aquel puchero tan delicioso que preparaba, puedo ver el caldo como plácidamente humea desde la mesa, y ahora desde la cocina veo como nos sirve de una fuente repleta de garbanzos, carlotas, patatas, pencas, carne…
Puedo sentir el sabor especial de aquel caldo (único e inimitable) a través del aroma que desprendía. Se amontonan diferentes platos en mi cabeza, huelo a huevos fritos y patatas, a cachopo, saboreo su arroz al horno, me sirvo un platito de paella y me pongo un vaso de naranjada.
En pocos pasos he llegado al patio, un pequeño jardín en medio de tanto ladrillo. Antes he pasado por el baño y me he embriagado con el agua de colonia, de aroma fresco y suave.
La puedo ver en el patio entre sus geranios, claveles, dracenas…quitando cuidadosamente las hojas secas, algo que me he dado cuenta que también hago yo de manera inconsciente. Ella tenía un don para las plantas, a su lado les esperaban unos años de mimos y delicados cuidados.
aromas by Abril Stork
Vuelvo a cerrar los ojos, estoy oliendo un suavizante (de los que no compro normalmente) y se me eriza la piel. Inspiro de nuevo ese evocador aroma y me traslado a su florido jardín. La ropa se bate de lado a lado en un pequeño cordel y puedo ver a mi abuela descolgando la ropa y hablando conmigo. Seguramente me dirá: “ ̶ No patisques, deixa la roba damunt del llit i anem a dinar i després el cul a la cadira i els plats ja els netejarem més tard”(“ ̶ No padezcas, deja la ropa encima de la cama y vamos a comer y después el culo a la silla y los platos ya los limpiaremos más tarde”). Después de la sesión “cul a la cadira” no faltaba un buen tazón de café con leche, si se terciaba algún trozo de coca dulce también caía.

nubes by Abril Stork
Me invade la tristeza, vuelvo inspirar de la botella de suavizante; miro mi patio, alguna de sus plantas que conservo y la ropa tendida. Enjuago las lágrimas entre mis dedos y sonrío. He encontrado el suavizante de mi abuela y ahora estoy un poco más cerca de ella. Siento tristeza por quizá no habernos conocido del todo bien, pero me siento feliz porque con el paso de los años he logrado entenderla mejor.
Me despido "iaia", queriéndote y recordándote siempre entre esos aromas que me acarician y me llevan a ti.
Y te doy las gracias por esa madre tan maravillosa que me disteis tú y mi abuelo.

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